Alojamientos vacacionales en Casas del Monte

La casita estaba muy bien. Keith es encantador, muy amable en todo momento. Volveremos ;)

Genial, apartamento fantástico. Un sitio muy agradable y estupendo. Con muchas ganas de volver a pasar unos días allí. Todo fue muy fácil.

Un fin de semana MARAVILLOSO! La casa está perfectamente equipada y muy bien ubicada. Pasamos unos días en familia muy buenos. Enrique e Isabel son muy amables y muy cercanos. Sin duda repetiremos este verano!

Very friendly hosts that replied to all our questions about the area extremely quickly, even on Christmas! Very welcoming to both people and pets. The apartment felt clean, cozy and just like home, with many nice little details. We came to enjoy the natural park and watch some birds, but the surroundings of the apartment are pretty as well. At night, we watched the stars from the balcony and we saw the sun come up from there each morning as well. Very relaxing stay.

Jose María estuvo muy pendiente para ayudarnos con cualquier cosa y la casa estaba bastante bien, completa y acogedora. Experiencia de 10

Piso perfecto para pasar un fin de semana por Plasencia, repetiríamos sin duda.

Estuvimos muy a gusto y el perrete también se sintió como en casa. Oscar nos facilitó un montón de recomendaciones tanto de rutas como de sitios que visitar y restaurantes. La casita muy mona y con mucho encanto.

A casa correspondeu à descrição do anuncio. É muito funcional, estava muito limpa e tem espaço óptimo para as crianças brincarem. Foi uma boa experiência.

En japonés hay una palabra que define a este alojamiento: Anaba. Significa “joya escondida que sólo conocen los locales”. Y en mi vocabulario, un “anaba” sería algo que sólo compartiría con un número mínimo de personas, para poder guardarlo para mí como Gollum. La casita es un lugar tan único, que es difícil hacerle justicia con descripciones o fotos. Y la magia que tiene no se puede entender sin vivirla. No solo es la decoración, las vistas, el silencio, o el entorno. Es el amor y la personalidad de Emma y César lo que lo convierten en un verdadero Anaba. Un lugar donde te sientes libre, acogido y en casa. Y que quieres que se quede para ti para poder ir siempre. Los ratos matutinos y vespertinos de cerámica poniendo el mundo en orden con César, el privilegio mayor en mucho tiempo. No voy a caer en descripciones que conviertan este lugar en un alojamiento más. Es un Anaba, que solo puedes entender cuando lo vives. Y si lo vives y no lo entiendes, un abrazo para ti.