Alojamientos vacacionales en Guembe

Estancia absolutamente deliciosa en familia, con niños pequeños. Denise y su hija nos dieron una cálida bienvenida. Este sitio es una pequeña joya florida, tranquila y preservada, gracias a la vigilancia de Denise. La cabaña está relativamente cerca de todos los sitios vascos notables, y permite alojarse tranquilamente con pequeños que necesitan espacio, tranquilidad y una hermosa piscina para chapotear. Gracias por nuestros amables intercambios, y hasta pronto. Volveremos y recomendaremos el lugar.

La residencia es muy agradable, tranquila y bien mantenida.; el alojamiento en el 1er piso junto a la piscina es un apartamento reformado en muy buen estado ,realmente funcional ,seguro y LIMPIO con una terraza que hace soñar. El exterior con la gran piscina está cuidado y a los niños les encantará; a mi hija y a mí guardaremos muy recuerdos tanto de Ciboure como de la residencia.

Shey es una gran anfitriona, muy amable y servicial. El departamento es hermoso, acogedor y cuenta con todo lo que necesitas. Lo único a tener en cuenta es que no hay sistema de calefacción (tampoco hay aire acondicionado) y, desafortunadamente, los días que pasamos en Bilbao eran inusualmente fríos. Si la temperatura exterior hubiera sido más alta, nuestra estancia habría sido absolutamente perfecta. ¡Gracias, Shey!

Todo fenomenal. Anfitrión súper atento a nuestras necesidades. Repetiremos!

Nos encantó nuestra estancia en el departamento de Luis. Es muy elegante y cómodo. Luis es un gran anfitrión que nos dio excelentes recomendaciones de restaurantes y fue muy complaciente con un check-in anticipado. La ubicación es ideal, no muy lejos de la estación de autobuses, cerca de la playa y del casco antiguo.

¡Alojamiento a estrenar, muy bien equipado y organizado! Ideal para familias. Además, Nerea es muy amable y servicial. El pueblo es muy agradable. A pesar de que el aparcamiento está prohibido en el pueblo, pudimos cargar y descargar rápidamente frente al apartamento antes de ir a aparcar el coche en uno de los aparcamientos gratuitos.

Mi familia y yo disfrutamos del alojamiento. Nos alojamos cómodamente los tres y nuestro perro Ren. La playa Antonio, justo al final de la colina, era preciosa y pasamos muchas horas caminando por la playa. La estación de tranvía estaba cerca.

Todo perfecto, decoración muy cuidada que hacía que fuera muy acogedora. Muy equipada, con todo lo necesario. Muy limpia . Nos dejó leche y magdalenas, un buen detalle. Tenía azucar, sal, infusiones etc...

¡Gran experiencia! :)