Alojamientos vacacionales en Carbajal de la Legua

Un lugar mágico si deseas desconectar de todo y reconectar con la naturaleza. EL Gypsy Vagon es muy confortable y especial. Hay que tener en cuenta que es un camping ecológico y ciertos inconvenientes pueden afectarte, como el WC seco, algunos insectos, pero esto no será un problema si no eres muy exigente, ganas en otras muchas cosas: paz y felicidad. Es un sitio sin ruido, y en los alrededores puedes hacer senderismo, espeleología, rafting, visitar diferentes museos, en fin, todo lo que quieras. El acceso al camping es por un camino de piedras desde la piscina de Boñar, unos 5 min. El pueblo está a unos 20 minutos a pie y tiene de todo, tiendas, bares y gasolinera. EL río Boñar y el embalse es una pasada. A mi me ha encantado.

Barrio tranquilo a las afueras de León pero hay una parada de autobús justo al lado. La casa está genial, con todas las comodidades y tiene plaza de aparcamiento en el garaje. Muy recomendable si quieres pasar unos días en León que, por cierto, nos ha encantado.

La estancia ha sido estupenda. Buscábamos tranquilidad y así fue. La casa estaba perfecta, limpia, equipada con todo, muy cómoda. La localización perfecta para lo que queríamos: tranquilidad. El patio súper agradable y cómodo. El salón comedor perfectamente equipado y con la cocina a la que no le faltaba nada. Se nota el cariño con el que está todo puesto, la calidad de las sábanas, el detalle de las cestas con gel y demás en el baño. Además, nos dejaron unos bombones a la llegada. El único pero es que había que pagar 15€ al día si querías leña para la chimenea, pero lo pagamos y mereció la pena. Ella es encantadora, estuvo súper pendiente el fin de semana por si necesitábamos algo y nos estuvo respondiendo rápidamente a todo lo que necesitábamos. ¡Muchas gracias por todo!

La estancia en casa de Francisco fue una maravilla, desde que llegamos todo fueron comodidades. La calefacción ya estaba puesta, cosa que se agradece en unos días tan fríos. La cocina con todos los utensilios y comodidades que se puedan necesitar. La limpieza genial. Las habitaciones bonitas y cuidadas, las camas cómodas, dormimos genial lo cual era muy importante para nosotros ya que teníamos una carrera por la zona al día siguiente. Y el domingo antes de marchar, pudimos regresar a la casa y ducharnos antes de salir. Francisco y su mujer muy amables, viven en la casa de al lado, con lo que están disponibles en caso de cualquier necesidad (no fue nuestro caso, pero siempre es bueno saberlo) Además nos ofrecieron huevos de sus gallinas y una botella de vino. Alojamiento totalmente recomendable para quien quiera pasar unos días tranquilos por la zona, preciosa, con las montañas, y el pantano a escasa distancia.

Perfecto todo. La casa e instalaciones en general, están pensadas para grupos de bikers que se quieran olvidar de complicaciones y tener todo lo necesario para disfrutar de la zona montando en bici y descansando y disfrutando de las instalaciones de la casa. cómo alojamiento, genial. Además, el garaje, preparado con todo lo necesario para limpiar, reparar, cargar y almacenar las bicis, es simplemente perfecto. Los anfitriones, a la altura o mejor que el alojamiento. Jesús y Juanjo, estuvieron siempre atentos para que disfrutáramos del alojamiento y el entorno. Cómo locales y grandes conocedores de la zona, no tendrás ninguna duda de que lo que te recomienden será lo mejor. Volveremos sin duda alguna.

Casa muy agradable para disfrutar vacaciones familiares, y cerca de entornos muy bonitos

Una casa espectacular, muy bonita, acogedora, amplia, con todos los servicios, limpia, con encanto muy muy especial. El privilegio de estar al lado del Río, escuchar los pajaritos y un contacto con la naturaleza al máximo y a 15 minutos de Leon. Ubicación estratégica para ir a los alrededores de Leon. Margarita es encantadora, tuvo detalles con nosotros, en todo momento estaba pendiente si necesitamos alguna ayuda y muy servicial. Volveremos a repetir mi familia y yo. La recomiendo 100%, no se arrepentirán

Maite súper detallista y siempre atenta. Desde luego tienen la casa decorada con todo lujo de detalles. Una vez dentro no solo te sientes en un ambiente rural y tranquilo sino que parece que además has retrocedido varias décadas en el tiempo. Las sábanas y toallas impecables. Tiene todas las comodidades, la cocina muy bien equipada. Hemos podido hacer un bizcocho con huevos comprados a una vecina y un arroz con leche riquísimo con leche de vacas de alrededor. Te aconsejan dónde comprar buen embutido cerca del pueblo. Y en pleno agosto algunas noches teníamos que dormir tapados y con la ventana cerrada.