Renta de alojamientos vacacionales con chimenea en La Habana

Todo muy bien , se disfrutó la estancia en familia

Este hotel es un espectáculo para los ojos doloridos. Abundan las sonrisas y el personal cortés. El diseño, los detalles, el espacio, la limpieza, el estilo y el estado de ánimo son edificantes después de pasar días explorando La Habana Vieja. Desde las llaves de borlas de gamuza de ante alineadas en el escritorio, y la casa de menta verde, limonada a la llegada de los huéspedes a los artículos de tocador de Hermes. En el baño, es un lugar estupendo para alojarse. El tráfico de la calle es bastante ruidoso por la noche. Trae tapones para los oídos.

¡Nuestra estadía fue fantástica! A pesar de nuestra llegada más tarde de lo previsto debido al transporte, nuestro anfitrión nos esperó amablemente, lo cual fue muy apreciado. El apartamento estaba impecablemente limpio, con lugares inmaculados que nos hicieron sentir cómodos de inmediato. El barrio, muy tranquilo y situado cerca de varias embajadas, era perfecto para descansar sin dejar de estar bien comunicado. Una gran experiencia que recomiendo.

Originalmente vinimos al Paseo 206 por una noche. Lamentablemente, el primer día perdí mi pasaporte y no pude llegar a casa, lo que significa que terminamos pasando 3 noches en el hotel. Por desgracia, pero en realidad Andrea y su esposa se esforzaron al máximo para mejorar la situación. Nada fue demasiado problema. No podrías pedir mejores anfitriones. Sin ellos habría sido mucho más difícil y por eso les doy las gracias. El hotel está bellamente diseñado y pensado. Nos hemos alojado en muchos hoteles impresionantes de todo el mundo y lo que diferencia a los mejores del resto es un servicio de atención al cliente excepcional y los pequeños detalles: desde hermosos toques de diseño hasta productos Hermés, este hotel lo tenía todo. No dudaría en recomendarlo a él y al personal a cualquiera que visite La Habana. Tengo muchas ganas de volver y quedarme aquí de nuevo. No encontrarás nada mejor en Cuba...

Muchas gracias por la hospitalidad de todos ustedes, disfrutamos mucho de nuestro viaje gracias a la estancia tan cercana a lo más turístico de la ciudad, las experiencias en este gran país pero sobre todo el calor humano q encontramos en esta casa, con gusto volveremos a regresar y con las ganas de repetirlo muy pronto... saludos!!

Todo nos pareció muy bien. El lugar está muy bien ubicado y estar sobre la Plaza Vieja fue muy lindo. Adis fue súper amable y amorosa siempre, nos ayudó en todo lo que le pedimos. Sin dudas volveríamos a alojarnos con ella!!

Tuvimos una gran estadía en el departamento de Carlos y Nene. Los anfitriones fueron súper agradables y nos dieron una gran cantidad de consejos que nos encajaban perfectamente. Estuvimos en La Habana para la víspera de Año Nuevo y Nene nos dio un consejo con la ubicación perfecta para ir a por nosotros. Los anfitriones son muy serviciales/solidarios con todo lo que se te ocurra. El desayuno está recién hecho en la cocina del departamento, no faltaba nada y las conversaciones con ella son divertidas, ha sido el comienzo perfecto del día. Cuando volvamos a La Habana, volveremos a reservar este apartamento.

regresaría nuevamente me agrado mucho el lugar

¡NOS ENCANTÓ ESTE LUGAR! Realmente, no pudiste elegir una casa mejor en La Habana. Lo elegimos porque queríamos un espacio seguro para LGBT y un poco de calma en la loca ciudad. Y realmente, no podríamos haber estado más complacidos con la elección. En primer lugar, la suite junior es una habitación encantadora en una pequeña mansión que Andrea y su esposa han convertido en un hotel boutique. La casa simplemente irradia con esta elegancia discreta que llenará tu alma de alegría. La casa en sí era la mansión de la amante de un antiguo senador, perdida y recuperada, ¡en un juego de póquer! Por suerte, los huesos de la casa han resistido la prueba del tiempo y Andrea y sus la han restaurado a la belleza de lujo. Importaron todo el mobiliario de Italia, lo que te dio la sensación de vivir en la Habana Vieja. Nuestra habitación en sí era la "más pequeña" de las habitaciones, pero aún era más espaciosa y lujosa de lo que imaginaba. Teníamos una pequeña terraza desde la que tomar nuestro café y ver a los transeúntes. Teníamos una cama tamaño king extragrande, perfecta para una buena noche de sueño. En segundo lugar, el servicio rivaliza con lo que he experimentado en hoteles de lujo en los Estados Unidos y Europa. Nos hospedamos aquí durante mi cumpleaños y el personal no podría haber hecho un mejor trabajo haciéndome sentir especial, sin hacerlo en exceso. Todos nos adoraron, desde darnos bebidas de bienvenida para refrescarnos de nuestro largo viaje hasta ayudarnos a tener nuestra “verdadera” experiencia cubana de montar en autobús, nos hicieron sentir amados y bienvenidos. En tercer lugar, ¡la comida! El desayuno está incluido en tu estancia y WOW es delicioso. Lo que quieras: huevos, fruta fresca, carajillo, carajillo (café cubano con ron), lo harán. ¡El restaurante en sí sirve comida italiana y no te lo puedes perder! Confía en mí, fuimos a todos los lugares recomendados: La Guarida, Doña Eutemia, etc., pero su restaurante, Eclectico, eclipsó todos esos. Cuarto, el vecindario. ¡Ve a La Habana Vieja por un par de horas, pero luego sal de allí! El Vedado está realmente infravalorado, pero es el lugar ideal. Disfrutamos de noches tranquilas y hermosos paseos diurnos. Andrea puede dirigirte a algunas pequeñas tiendas y áreas de artistas divertidos. La arquitectura en sí hace que el viaje valga la pena. No puedes elegir un lugar mejor, de verdad.

Ricardo y Ana son dulces de azúcar y cuidaron muy bien la Casa. Éramos seis y nos lo pasamos muy bien, a pesar de un ciclón. El jardín es realmente hermoso y todos nos sentimos muy cómodos. Gracias por una gran estadía y todo lo mejor. Había desayuno por un buen precio, siempre nos ayudaron con todo y a pesar de la falta de habilidades en español por nuestra parte, la comunicación a través de un traductor y con la mano y el pie genial.