Alojamientos vacacionales en El Ocote

Mientras nos comunicábamos con Juan, la estadía estaba arriba donde viven sus padres. No hablan inglés, pero fueron muy amables y pacientes mientras probábamos nuestro español. Desayunamos con ellos por las mañanas y sentimos que estábamos con la familia. La ubicación era fantástica, en medio de la ciudad. Es fácil llegar a otros lugares desde esta ubicación céntrica. ¡Me hospedaría aquí de nuevo solo por sus padres!

Estancia excelente y acogedor. La recomiendo altamente

Israel fue muy amable y acogedor a pesar de que reservé muy tarde (día de estancia) y llegué muy tarde por la noche. Su personal también fue de mucha ayuda al llegar. Incluso me llevó a un mecánico por la mañana, ya que estaba teniendo problemas con el coche y no soy de la zona, ¡lo que fue extremadamente útil!

Tomar el alojamiento, me dejó tranquilidad y sobre todo conocer a personas excepcionales.

nos encantaba el lugar. Y Cristiam súper amigable y atentivo en todo

Nos encantó nuestra estancia en casa de Carol. La habitación era agradable, muy limpia, con baño privado y toallas esponjosas. Disfrutamos de perros que se portaban bien y los pájaros enjaulados y las plantas bellamente dispuestas en el patio. Carol y su sobrina Carolina fueron amables y atentas. El vecindario es residencial, pero hay pequeñas empresas en cada calle y varios buenos restaurantes a poca distancia a pie.

La estadía fue muy amena, nos recomendó buenos restaurantes para comer y doña Chepita muy atenta con el desayuno, prepara unos pancakes deliciosos!

Nos encantó nuestra estancia en Finca El Socorro con Sara y Edgar. Nos hicieron sentir como en casa en su granja. Aunque hay una cocina compartida para cocinar, le pedimos a Sara que nos preparara la cena cada noche y las comidas eran deliciosas. Cada comida costaba 10 dólares y valía la pena. Las habitaciones están situadas en una colina sobre la casa familiar, lo que significaba que teníamos unas vistas increíbles a las montañas y una brisa fresca constante. El gran porche fue donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo hablando, leyendo, jugando y simplemente disfrutando de la paz. Edgar habla un inglés perfecto y nos dio mucha información sobre su plantación de café, además de sus vacas lecheras. Caminamos por la propiedad con la compañía de Tres y Tonka, dos perros muy dulces y amigables. El desayuno está incluido en el precio y es una forma estupenda de empezar el día. No teníamos nuestro propio vehículo, pero Sara y Edgar nos ayudaron a organizar todo lo que queríamos hacer. La finca está a 2,5 km de Matagalpa en una colina empinada, así que prepárate para subir y bajar colinas.