Alojamientos para estancias largas en Illier-et-Laramade

¡Tuvimos una estancia encantadora en la casa de campo de Max y Muriel! Muy inesperadamente, pudimos relajarnos en esta bonita casa de campo. Está aislado, pero eso lo convierte en un oasis de paz en un entorno hermoso. La cabaña tiene todo lo que crees que necesitas y mucho más. Los consejos e información sobre el área están listos para ti, el fuego está construido si lo necesitas y la música y los juegos hacen que la televisión sea innecesaria (en nuestro caso). Definitivamente nos gustaría volver y recomendar a todos que tengan unas vacaciones aquí. Hemos podido disfrutar de la escalada deportiva en las zonas cercanas. Hay muchos consejos para caminar en los días de descanso. ¡La estancia aquí fue un verdadero regalo!

Quedarse con Melinda fue como ir a un retiro: ¡tan cómodo y relajante! Vinimos en tren y es un paseo muy verde desde la estación hasta su casa, con comestibles y un restaurante en camino. La casa tenía todo lo que podrías pensar en necesitar y se encuentra en una zona extremadamente tranquila. Aunque no es muy conocido, hay muchas rutas de senderismo accesibles directamente desde la casa, y las atracciones en ciudades cercanas, desde cuevas antiguas hasta termas y castillos, son fácilmente accesibles en tren (¡los boletos cuestan tan poco como 2 euros!) - Jackpot si tienes un auto ofc. La familia vive en el edificio de al lado de la piscina, aunque no los verás mucho. La propia Mélinda es súper atenta y receptiva, y ha sido de gran ayuda para nosotros durante nuestra estancia. ¡Una persona encantadora! ¡Lo único triste fue que 10 días todavía se sentían demasiado cortos de una estancia y no queríamos volver a nuestra vida laboral en el extranjero! ¡Así que definitivamente ve y visita este lugar!

Fácil acceso con plaza de aparcamiento asignada. Hermoso entorno, vistas a los árboles. Cocina bien equipada. Estudio limpio y tranquilo. La comunicación con el anfitrión. Tuvimos una muy buena estancia.

Tras un año repetimos un fin de semana en la casa de Jean Pierren, y, nuevamente, estamos encantados. El anfitrión muy amable, incluso nos ayudó la primera noche cuando tuvimos un problema y en todo momento se esforzó por comunicarse con nostros en castellano (aún no siento su lengua nativa). En definitiva, tanto mi pareja como yo, como nuestras perritas, hemos estado muy cómodos.