Alojamientos para estancias largas en La Tallada d'Empordà

La ubicación y la casa son espectaculares: zona tranquila y preciosa. Todo cuidadísimo al detalle, y buen gusto en la decoración. Grandes servicios para los inquilinos, como una barbacoa para gas de uso particular, bicicletas eléctricas nuevas, piscina impecable, y varias zonas de relax, tales como pequeños cobertizos románticamente decorados y acolchados, para disfrutar de las estrellas en plena noche, sin contaminación lumínica. Pero más allá de estos aspectos materiales, resulta increíble como te hace sentir Carmen, ya lo días previos a tu llegada, ofreciéndote todo tipo de recomendaciones y explicaciones del hogar. Incluso dejándote encendida la chimenea minutos antes de tu llegada. No es solo que lo recomiende, sino que volveré en diferentes estaciones del año para disfrutar aún más, de todos los servicios y de l'Empordà. Gracias Carmen!

Pasamos una estancia maravillosa en Verges. La ubicación es perfecta para cualquier persona que busque disfrutar del encanto de la zona, cerca del mar y de pueblos pintorescos como Pals y Peratallada. El departamento fue genial, y tanto Albert como Normi fueron increíblemente receptivos, proactivos y amables. Recomiendo encarecidamente este alojamiento para una experiencia relajante y auténtica.

Llegamos un poco antes de lo acordado a finales de febrero. Esto no fue ningún problema. Laia nos dio una cálida bienvenida. Súper amable y rápida en responder. La cabaña tiene tres pisos. En la planta baja puedes usar el jardín súper cómodamente amueblado. Arriba tienes el dormitorio, una ducha y un pequeño balcón soleado. La cocina está bien equipada. Nos perdimos un horno, pero, por supuesto, también puedes pasar unas vacaciones sin horno. Debido a todos los consejos que recibimos, pudimos ver muchos de los hermosos alrededores. Ciudades medievales, hallazgos arqueológicos y hermosas playas. Lo disfrutamos. Mirjam y Chris

Mi estancia en casa de Martin y Cristina en Tor fue fantástica. El lugar es amplio, cómodo y tiene todo lo que uno puede necesitar. ¡Y qué decir de las vistas desde la cocina! Despertarse y tomar el café mientras ves el paisaje es un verdadero lujo. Martin y Cristina son encantadores, siempre atentos y dispuestos a ayudar con cualquier cosa. Me sentí súper bien acogido, y la experiencia fue de diez. Sin duda, repetiría. ¡Gracias por hacer de mi visita algo tan especial!