Alojamientos vacacionales en Navalvillar de Ibor

Alojamiento muy bueno, todo nuevo, buena ubicación…

Un lugar para volver, hemos estado muy cómodos y nos han tratado de maravilla , tuvimos un problema con nuestro coche y nos ayudaron a solucionarlo. La casa es perfecta igual que en las fotos, súper limpia. Gracias por hacer que nuestra estancia haya sido perfecta.

Lo recomiendo. Anfitrión atento y agradable. Casa equipada con todo lo necesario. Dos habitaciones independientes y dos cuartos de baños muy limpios. La ubicación es perfecta, cerca del conjunto arqueológico y de la zona de fiesta.

Piso perfecto para pasar un fin de semana por Plasencia, repetiríamos sin duda.

Estuvimos muy agusto. Cerca de todo lo que hay que visitar. El alojamiento perfecto. Seguro que volveremos

Nuestra estancia en el apartamento de Julia superó nuestras expectativas, ya que aparte de cumplir las descripciones del anuncio con la realidad, había un ambiente muy navideño para estas fechas y teníamos varias rutas por la naturaleza que hacer! Recomendadísimo! :)

Elena y Jose Luis son unos anfitriones de 10. Su alojamiento estaba impecable: limpio, acogedor, agradable; tenía todo lo necesario para una estancia cómoda.

El sitio es espectacular. Perfecto para descansar. Las fotos que se muestran no hacen justicia a lo que realmente es. Volveremos seguro.

En japonés hay una palabra que define a este alojamiento: Anaba. Significa “joya escondida que sólo conocen los locales”. Y en mi vocabulario, un “anaba” sería algo que sólo compartiría con un número mínimo de personas, para poder guardarlo para mí como Gollum. La casita es un lugar tan único, que es difícil hacerle justicia con descripciones o fotos. Y la magia que tiene no se puede entender sin vivirla. No solo es la decoración, las vistas, el silencio, o el entorno. Es el amor y la personalidad de Emma y César lo que lo convierten en un verdadero Anaba. Un lugar donde te sientes libre, acogido y en casa. Y que quieres que se quede para ti para poder ir siempre. Los ratos matutinos y vespertinos de cerámica poniendo el mundo en orden con César, el privilegio mayor en mucho tiempo. No voy a caer en descripciones que conviertan este lugar en un alojamiento más. Es un Anaba, que solo puedes entender cuando lo vives. Y si lo vives y no lo entiendes, un abrazo para ti.