Alojamientos para estancias largas en Punta Brava

Estuvimos cómodos en el puso de Alejandra, siempre estuvo muy atenta y fue muy amable, recomiendo comer en el restaurante que hay debajo del piso, que además se ve que es de su padre. El único pero que le pondría al piso, es un tercero sin ascensor y la escalera es bastante estrecha, para nosotros tampoco fue un problema, pero si que fue un poco incomodo subir la maleta por la escalera. Por lo demás fue todo genial, el piso estaba limpio y se dormía bien, que al final es de lo que se trata.

Este departamento fue el más limpio y mejor equipado que he visto y visitado en el territorio español. Pasé un mes allí, así que puedo decir que no le falta absolutamente nada para la vida cotidiana. La ducha grande es agradable para niños, la cocina totalmente equipada para cocinar todos los días y la máquina de café es un buen bono. Buena conexión a internet para el trabajo diario. ¿Y esa vista constante del océano y el sonido de las olas? Hermoso. Uno de los lugares más hermosos en los que me he hospedado. Al principio lamentamos que la playa frente al apartamento estuviera cerrada, pero al final apreciamos que estaba medio vacía y que los turistas no perturbaban tanto las vistas. Un pequeño paraíso en la Tierra. Me gustaría volver algún día.

Estuvimos unos días. Alojamiento agradable, tal cual está descrito. Muy buena comunicación con la dueña

Nuestra estancia en la Puerta Amarilla en Puerto de la Cruz fue relajante y cómoda de principio a fin. El espacio estaba limpio, privado, bellamente diseñado y totalmente equipado con todo lo que necesitábamos. Terminamos cocinando más cenas caseras de lo planeado, y la configuración de la cocina lo convirtió en un placer, con toques considerados que al instante nos hicieron sentir como en casa. Gracias, José <3 Sin embargo, la verdadera joya de este lugar es la terraza. Despertar con el sonido de los pájaros y beber café mientras los observaba volar sobre el océano era pura magia. La vista se extiende a través de los tejados hasta el mar y, en días despejados, se sentía como si el cielo se abriera solo para nosotros. Por la noche, incluso observamos algunas estrellas. También hay una pequeña sala de relajación separada, un lugar de ensueño para leer, escuchar música o simplemente relajarse. También apreciamos mucho lo perfecto que José hizo todo. El registro de entrada fue una brisa, el lugar es súper fácil de encontrar (pista: solo busca la puerta amarilla) y las comodidades eran perfectas.