Renta de alojamientos vacacionales con alberca en Punta Sal

El departamento es tal cual las fotos, el personal de recepción es totalmente amable. El depa está en la primera de tres torres, tiene una terraza bonita con vista al jardín. El condominio es familiar, ideal si vas con niños, las piscinas limpias, el acceso a la playa fácil. Les recomiendo comprar las cosas que van a comer con anticipación. En el condominio hay una tienda pero tiene lo básico, pero puedes pedir el número de un chico que te trae cositas de Zorritos. La pasamos muy bonito! mil gracias Karla!!

bonito lugar, muy acogedor

nos sentimos como en casa ,los niños tenían espacio para jugar y sobretodo la playa está muy cerca y limpia es un pequeño paraíso en Piura.

Nuestra estadía en el bungalow en Canoas de Punta Sal fue fantástica. Desde el momento en que llegamos, el lugar superó nuestras expectativas. El bungalow es acogedor, bien cuidado y tiene todas las comodidades necesarias para una estadía relajante. La cercanía a la playa es inmejorable, con la arena y las aguas cálidas del norte del Perú a solo unos pasos. Es un espacio perfecto para desconectar, con excelente ventilación, camas cómodas y una terraza ideal para disfrutar de las puestas de sol. La cocina equipada nos permitió preparar nuestras comidas y, para nuestra sorpresa, pudimos avistar ballenas desde la casa, lo cual fue espectacular. Los anfitriones, Olga y Chacho, fueron muy atentos y amables, siempre pendientes de que tuviéramos una experiencia perfecta y brindándonos excelentes recomendaciones sobre actividades locales. Canoas de Punta Sal es un destino paradisíaco, y este bungalow fue el complemento perfecto para nuestras vacaciones familiares. ¡Definitivamente volveremos

Más de lo que esperábamos. Este alojamiento es un sueño, si bien está algo lejos de la ciudad es un espacio perfecto para desconectarse teniendo todas las comodidades (diría hasta de un hotel). Irma es una excelente anfitriona y Luis (el encargado de casa) ni que decir. La casa es cómoda, cuenta con todos los servicios que ofrecen y hasta más diríamos; si hay alguna duda siempre están prestos a resolverla o ayudar si hay problemas. Las vistas a la playa son bellísimas con acceso directo y la piscina privada a disposición completa (inclusive el encargado la limpia a diario). Se recomienda llevar aquashoes ya que la playa tiene piedritas. Como recomendación venir en auto o contactarse con Irma para recomendación de movilidad como para disfrutar de otras actividades en los alrededores; hay también un hotel cercano donde se puede disfrutar de alimentos y tragos ricos, caso contrario pueden traer sus alimentos ya que la casa cuenta con casi todos los implementos necesarios para cocinar.

Excelente, buenos anfitriones, bonito lugar. Todo limpio. Recomiendo que de hospeden, se siente como en casa

En pocas palabras, excepcional. Empezando por la paz que transmite la casa y el lugar, sumando a ello el trato tan amable de Lesly y Deivid, y finalizando en lo agradable que resultaron las instalaciones. Acoto que la vista al mar mientras desayunábamos, almorzábamos o simplemente cuando nos sentábamos en su cálida terraza, resultaron de una belleza idílica que pocas veces creo pueda volver a experimentar. Lo recomendaría 100 o 1000 veces si fuera necesario porque la experiencia fue extraordinaria y considero que habrán más veces en las que podré regresar. Finalizaré diciendo que la piscina al sol del atardecer o a luz de la luna y las estrellas proporciona un estadío de calma y plenitud que recomiendo experimentar.

Fue un hermoso lugar para relajarse y recuperarse del sendero inka. Era aún más hermoso que en las fotos.

Me encantó estar en casa de Carla, la paz y el descanso que tuve no fue solo por estar en medio del verdor de sus plantas, la comodidad de los espacios de la casa, la piscina impecable, sino por la amabilidad desmedida, el trato cordial y amigable de Carla y su esposo, para mí reivindican en gran manera la palabra anfitriones. Ha sido un lujo estar allí. Volvería sin dudar. Todo cuanto pedí y necesité me dieron. Gratitud es la palabra clave.