Alojamientos vacacionales en Río Ancho

Es un lugar muy bonito, está a 300 metros de la cuadra principal. La piscina es agradable y los cuartos cuentan con baño privado y aire acondicionado. Tienen “hora de silencio” desde las 11 pm, por lo cual no dejan poner música ni nada a esas horas, los desayunos son deliciosos. Nos pareció que son más amables con los extranjeros que con los colombianos… pero siempre un trato muy cordial y respetuoso.

La casa es espectacular, las habitaciones muy cómodas, las señoras Diana y Saida son muy especiales, atentas, serviciales, la comida que prepara Diana es deliciosa y lo hace con mucho cariño y esmero por qué el huésped se sienta satisfecho, en realidad este alojamiento superó nuestras espectativas, el condominio muy seguro, muy cerca de Palomino pero un lugar tranquilo para descansar, sin duda es muy recomendable. Gracias a Catalina que nos ayudó mucho con indicaciones y recomendaciones antes de la estadía que nos permitió organizarnos más.

helmuth es un excelente anfitrión, siempre estuvo en contacto con nosotros. su cabaña aparte de ser super cómoda tiene su toque mágico en un pueblo tan especial como es dibulla. volvería sin pensarlo dos veces

El rancho/cabaña de Iván es un hermoso lugar. Es tal cual se indica en las fotos. Su ubicación con playa privada, al frente, es simplemente espectacular. Estuve con mi familia; mi abuela, mamá, tía y mi padre quedaron muy contentos. Edwin y su esposa, aministradores del lugar, son personas muy amables, serviciales y amenas. Recomiendo el lugar para descansar y alejarse del mundo un ratito. Tiene unas vistas espectaculares, además que es sumamente fresco por su diseño (corre mucho el aire, a pesar del calor típico de La Guajira). Es encantador que cuiden de los animales que viven en la casa (1 perro y 2 gatos) quienes sin duda hacen del lugar un espacio ameno. Finalmente, Iván (el anfitrión) siempre contestó a tiempo, fue muy respetuoso y prestó a brindar toda la información.

No sé si el paraíso está en la Candelaria o si la propia Candelaria es el paraíso. Nada más desembarcar en la casa rural de Margarita en Dibulla, en el corazón de la Guajira colombiana, supe que habíamos acertado. El mar Caribe, salvaje, de frente y la Sierra Nevada, majestuosa, a la espalda. Entre medias un pueblecito para viajeros, reversiones de Macondos sin guías turísticos. Cuando estás en Dibulla agradeces que todavía existan sitios así, con esa energía tan especial, tan alejado del ruido mundanal y del turismo masivo. Come marisco, nada en sus aguas, emborráchate con la luz del amanecer y vuela lejos de ti cuando llega la hora azul, crepuscular. Y para recuperar el resuello, ahí están las hamacas y la piscina/jacuzzi para el descanso del buen guerrero, perfecto para aislarse de lo cotidiano y sentir que puedes atrapar al tiempo entre tus dedos. Margarita, su casa, sus mascotas son la mejor compañía, vale la pena disfrutarlos a todos. En Dibulla el tiempo se mastica, va despacio.

Nuestra estadía estuvo increíble La casa es espectacular Muy cómoda Playa top Isabela estaba atenta La cocinera alexandra es muy buena y muy querida Quiero volver muy pronto

Bastante especial en este lugar. Los jardines son realmente encantadores con un montón de toques agradables y creativos. Artesanía de calidad y buen uso de la madera en los edificios. Buena comunicación y servicio amigable con una atención al detalle. Todo lo cual crea un ambiente relajado y positivo. El ambiente en el área de recepción compartida en el Fuerte, que está a pocos pasos de la colina, es realmente genial: el personal y los voluntarios juntos son un buen lugar para pasar el rato. El desayuno es excelente y la pequeña tienda es una ventaja.

Disfrutamos de nuestra estancia, la vista, la brisa, las hamacas. Aunque es un camino empinado hasta la casa, vale la pena el paseo. Un montón de opciones de transporte locales y de mayor distancia desde la carretera.