Alojamientos vacacionales en Riolobos

Genial, apartamento fantástico. Un sitio muy agradable y estupendo. Con muchas ganas de volver a pasar unos días allí. Todo fue muy fácil.

Un fin de semana MARAVILLOSO! La casa está perfectamente equipada y muy bien ubicada. Pasamos unos días en familia muy buenos. Enrique e Isabel son muy amables y muy cercanos. Sin duda repetiremos este verano!

Ha sido una estancia de desconexión total, mucha tranquilidad, todo perfecto la casa es tal cual se ve y se describe en el anunció, no le falta de nada, las camas muy cómodas se duerme de lujo, hemos disfrutado muchísimo de la barbacoa y el buen tiempo. Jesús Manuel es una persona muy agradable en todo momento ha mostrado interés porque la estancia fuera de 10, nos recomendó lugares para visitar, rutas saliendo desde la casa muy bonitas para hacer en familia en todo momento disponible. Mil gracias Jesús Una estancia de 10 por supuesto que repetiremos 100% recomendable.

Piso perfecto para pasar un fin de semana por Plasencia, repetiríamos sin duda.

Alojamiento muy acojedor en zona muy tranquila. Todo estaba perfecto! nos encantó a mi familia y a mi!

La estancia ha sido perfecta, todo estaba correcto y fiel a las fotos y descripción. Lugar perfecto para desconectar y descansar. Punto a favor, que a nuestra llegada esta la casa calentita y con un detalle para nosotros. Repetiremos !! Gracias.

El sitio es espectacular. Perfecto para descansar. Las fotos que se muestran no hacen justicia a lo que realmente es. Volveremos seguro.

En japonés hay una palabra que define a este alojamiento: Anaba. Significa “joya escondida que sólo conocen los locales”. Y en mi vocabulario, un “anaba” sería algo que sólo compartiría con un número mínimo de personas, para poder guardarlo para mí como Gollum. La casita es un lugar tan único, que es difícil hacerle justicia con descripciones o fotos. Y la magia que tiene no se puede entender sin vivirla. No solo es la decoración, las vistas, el silencio, o el entorno. Es el amor y la personalidad de Emma y César lo que lo convierten en un verdadero Anaba. Un lugar donde te sientes libre, acogido y en casa. Y que quieres que se quede para ti para poder ir siempre. Los ratos matutinos y vespertinos de cerámica poniendo el mundo en orden con César, el privilegio mayor en mucho tiempo. No voy a caer en descripciones que conviertan este lugar en un alojamiento más. Es un Anaba, que solo puedes entender cuando lo vives. Y si lo vives y no lo entiendes, un abrazo para ti.

La estancia den casa de Carmen ha sido maravillosa. Intentaremos repetir en verano. Ella súper atenta, y la casa… como en casa!