Renta de suites privadas vacacionales en State of Paraíba

Pasar días en Guararapes fue genial, especialmente por estar en el lugar de Zélia. Fue súper amable y mostró mucha proactividad y preocupación por los huéspedes. La habitación es genial, con aire acondicionado, minibar, cafetera, microondas, cama doble, baño; te hace sentir bien a gusto. El lugar es muy agradable, con metro cerca, playa a 1 km, tienda alrededor y cerca del aeropuerto también. ¡Recomiendo tu estadía!

El barrio en el que se emplaza la vivienda es muy tranquilo, limpio, iluminado y de baja densidad. Cuenta con los servicios mínimos (mercado – bus – recolección de residuos – lugares para comer – panadería). Si se requiere algo de mayor escala es necesario moverse a los centros urbanos (Janga – Olinda – etc). Cabe destacar que la mayoría de las calles internas del sitio no están pavimentadas, además carecen de continuidad en su traza por momentos. Al llegar al Hospedaje fuimos rápidamente abordados por Hans, un hombre amable muy atencioso y cuidadoso; a su lado hallamos a Helena su esposa, que nos llenó con su cariño, alegría y generosidad. La familia de completa con Patrick, el hijo de ambos, un adolescente muy respetuoso. En tanto fuimos observando nos dimos cuenta que habían mas acompañantes, dos canes con un cariño muy particular y dos pintorescas aves. El predio cuenta con un ingreso frontal y uno posterior, lo que deja avizorar las claras intenciones del planteo arquitectónico. Accediendo desde el frente y transitando hacia el fondo nos lateralizan, una piscina muy cuidada, limpia y jardinada; en el frente opuesto notamos un espacio semicubierto destinado a la preparación de alimentos, como también lugares para degustarlos. Es de uso diario de los dueños de casa, es parte de ella, pero la ofrecen plenamente. Pocos metros más adelante nos atrapó un gran jardín descubierto, cargado de vegetación con un pequeño lago artificial y dos cariñosas aves; ideal para sentarse a charlar o simplemente estar. Al continuar, percibimos dos volúmenes bien definidos; el mayor es el hogar de Hans y su familia, el menor son habitaciones. Haciendo una proyección visual conseguimos ver una pequeña cancha de “football”. Al final del recorrido, dos volúmenes nuevamente, pero esta vez dispuestos de manera simétrica que resultan ser más habitaciones; con casi total independencia y privacidad en relación al conjunto delantero ocasionado por la presencia de la particular vegetación y el equipamiento, ya que posee una cocina propia de uso común, dos heladeras (una en cada planta); además de un modesto sector para realizar actividad física. Puntualmente en lo que respecta a la habitación; un espacio generoso equipado con una cómoda cama de dos plazas y otra de una plaza, también un escritorio, T.V con conexión a internet y cable, aire acondicionado y un amplio baño. Es necesario hacer énfasis en que el sector de lavado y tendido de ropa no se halla aquí, sino en la casa de Hans. También es relevante mencionar que la señal de “wifi” es muy débil en esta zona de habitaciones. Gracias por todo, sin dudas recomiendo esta experiencia a cualquier ciudadano del mundo

La belleza del lugar no es comparable a las fotos, mucha vegetación y esto hace que el entorno sea más estofado y muy ventilado, hermoso espacio, muebles rústicos sensacionales. La hospitalidad del anfitrión nos hace sentir como en casa. Los entornos comunes están bien organizados y limpios. Muy cerca de Olinda y la ubicación del centro de la ciudad. Fue un hallazgo inesperado y sorprendente. Si buscas un lugar cómodo, bien ubicado y a un precio asequible, te recomiendo la villa.

Maravillosa casa, habitación impecable y hermosa, espacios para descansar como hamacas, sofás y áreas de apoyo como la cocina. Realmente un alojamiento diseñado para ofrecer todo lo mejor para momentos especiales. Casa muy segura, equipada, con limpieza impecable, acceso rápido a la playa y lugares de conveniencia. Fuera de la hospitalidad de Hans y Helena, que apoyaron nuestra estadía en todo lo que necesitamos. Definitivamente lo recomiendo a cualquiera.

¡Gran estadía y gran alojamiento con una vista increíble! Allan es el mejor anfitrión del mundo, gracias de nuevo 🙏

El lugar es muy agradable y interesante. Un pequeño oasis en la ciudad con un patio trasero muy hermoso, enormes mangostas y una bonita hamaca. Irma fue amable y servicial con consejos para la carneval. También los otros residentes fueron muy amables. Aunque no soy muy fan de los perros, fue fácil manejar los dos... :)

Gran alojamiento, la segunda vez que me quedo. Súper recomendable, ¡el lugar es maravilloso! 🥰

a mi novio y a mí nos encantó,Silvia fue muy útil, me prestó a su secador de pelo, el espacio es hermoso, verde, incluso estilo chalet, todo muy organizado y limpio, cocina completa. Me recibió la maraiza que tmb es un amor. La parte que más me gustó fue el gatito de la silvia que hizo compañía para nosotros. 10/10

los anfitriones son increíbles, súper atentos y serviciales, siempre a nuestra disposición, yendo más allá de un simple hospedaje, hicieron que nuestra luna de miel fuera memorable. El lugar dispensa de comentarios, va mucho más allá de las fotos, impecable! Te sientes en medio de toda la naturaleza con todas las comodidades de un chalet increíble. Espero volver con frecuencia. Estamos agradecidos por todo.