Alojamientos para estancias largas en Taquillo

El Airbnb en el que nos alojamos fue mágico. Ubicado a pie de playa, ofrecía impresionantes vistas al mar, con olas que acariciaban suavemente la orilla a solo unos pasos de distancia. Las puestas de sol eran fascinantes, pintaban el cielo en tonos de rosa, naranja y oro, todo perfectamente enmarcado por las grandes ventanas y la acogedora terraza. Cada detalle del espacio irradiaba romanticismo, desde la suave iluminación ambiental hasta los cómodos muebles diseñados para la relajación. Despertarse con el sonido de las olas y terminar las noches con un cielo estrellado lo convirtió en el refugio perfecto, combinando la belleza natural con un ambiente íntimo y sereno. Definitivamente es una buena idea tener una camioneta o un vehículo con buena distancia al suelo para llegar a la propiedad. La carretera que conduce al alojamiento es un poco accidentada, con terrenos irregulares que podrían ser un desafío para los coches más pequeños. Un camión hace que el viaje sea mucho más suave y garantiza que puedas navegar por la zona sin ningún problema, para que puedas disfrutar plenamente de la hermosa y aislada ubicación.

Lugar muy bonito, excelente para pasar un momento con amigos y familia. La alberca súper agradable. Esperamos volver en un próximo viaje.

¡Hallazgo excepcional! 💯 Un excelente lugar, muy tranquilo, privado y cerca de la playa. Nos la pasamos super bien con mi familia ¡Valió totalmente la pena! Muy buenos anfitriones, siempre respondían en el momento y nos dieron instrucciones claras. Quedamos muy agradecidos con don Juan y doña Tere, siempre atentos a lo que necesitamos y muy amigables. Seguro visitaremos nuevamente 🙌🏻

¡Casa Mandarina estuvo genial! Por fin se me hizo conocer este alojamiento y resultó mejor de lo que esperaba. Lugar muy acogedor, limpio y con todo lo que ofrece en su descripción. Cada espacio, bien equipado, está diseñado para hacerte sentir cómodo y lograr desconectarte del día a día y la rutina haciendo de la estadía una vivencia inolvidable. La torre mirador fue de lo que más disfruté para tomar siestas en sus hamacas, leer un libro, admirar el paisaje costeño o disfrutar de la puesta del sol. La playa a pocos minutos caminando es casi que privada pues no es muy concurrida así que resultó una agradable sorpresa. El corto camino de acceso desde la carretera es agreste pero con cuidado y precaución puede un vehículo que no sea 4x4 acceder al alojamiento. En general alojarme en Casa Mandarina resultó gratificante y no dudo en considerarle para una próxima visita. Es un lugar que recomiendo sin dudarlo. Gracias a Beatriz por estar pendiente y a Nelson por sus atenciones.