Alojamientos vacacionales en Valdeganga

Todo muy bien, la casa reformada y perfecta y Loli muy amable, si tenemos que volver por la zona en un futuro repetiremos!!

Una estancia excepcional, la casa es muy acogedora, y todos los detalles muy cuidados, sin duda los recomiendo, eva como anfitriona es genial y carismática 😊

Súper atento y buena persona , hemos pasado una estancia perfecta y todo el alrededor es precioso. La casa es espectacular. 100% recomendable

Genial estancia en casa de Maria. Nos ha tratado fantásticamente.

Paz, tranquilidad, un fin de semana perfecto. Solo por el exterior ya merece la pena. Nos hubiéramos quedado a vivir!!! Sin duda repetiremos. La anfitriona muy amable, responde a cualquier duda con rapidez. Gracias por acogernos en tu casa, espero vernos pronto

Hemos estado pasando unos días de enero , tranquilos en familia con 3 niños , la casa está genial , todo cerquita porque el pueblo es pequeño y se puede ir a todo andando sin problema , sin duda lo recomiendo 100% sin ninguna duda ..!!!

Maria fue muy agradable y desde el primer dia fue muy atenta, mandó las instrucciones para encontrar el alojamiento de manera super clara y el apartamento es precioso, la unica pega que pondria es que la cama pequeña es bastante incomoda, por lo demas todo genial

Una joya arquitectónica con alma y hospitalidad excepcional Casa Felicita es mucho más que un alojamiento; es una experiencia. Desde el momento en que entras, se percibe la sensibilidad con la que está cuidado cada detalle. Los amenities, la selección de básicos para la estancia y la calidez del espacio hacen que te sientas como en casa desde el primer instante. Si te gusta la arquitectura y el interiorismo, este lugar te va a encantar. La casa tiene un valor arquitectónico excepcional, con una restauración impecable que respeta su esencia y la dota de un encanto único. Además, está perfectamente acondicionada tanto para el invierno como para el verano, asegurando siempre una estancia cómoda. Un detalle que marca la diferencia es la guía personalizada que han editado los anfitriones, un gesto que demuestra el mimo con el que han pensado en cada detalle. Cada rincón está cuidadosamente atendido, y las plantas, mimadas por la madre de Julio, embellecen el espacio e impregnan la casa.

Una casa típica de pueblo, en un lugar tranquilo para poder desconectar. La casa cómoda y muy bien equipada, a destacar la flexibilidad de Lidia. estuvimos muy cómodos y volveríamos a repetir.