Alojamientos vacacionales en La Nava de Ricomalillo

Genial, apartamento fantástico. Un sitio muy agradable y estupendo. Con muchas ganas de volver a pasar unos días allí. Todo fue muy fácil.

Ángel y Aurora, excelentes anfitriones. Muy atentos, muy amables. Ha sido una bonita estancia y todo muy limpio. La atención de 12 y hemos tenido hasta conversaciones jeje 😃 El ambiente de juego de tronos es fantástico! Premia mucho la tranquilidad de la zona y además es una casa calentita! Gracias✨

¡Todo perfecto! Un fin de semana rural estupendo. La casa era espaciosa y cómoda para nuestro grupo de 8 personas. Disfrutamos mucho de la tranquilidad del entorno y las actividades al aire libre. ¡Muy recomendable!

el emplazamuento, los anfitriones, la casa y muchas mas valoraciones que no caben en este rectangulo, todo maravilloso. ah, admiten mascotas.

Estuvimos muy a gusto y el perrete también se sintió como en casa. Oscar nos facilitó un montón de recomendaciones tanto de rutas como de sitios que visitar y restaurantes. La casita muy mona y con mucho encanto.

La estancia ha sido maravillosa, los anfitriones inmejorables, todo han sido facilidades y además súper detallistas, adornos navideños súper bonitos hechos por ellos, nos dejaron decoración felicitando el cumpleaños de dos de nuestros amigos… ha sido FANTÁSTICO

En japonés hay una palabra que define a este alojamiento: Anaba. Significa “joya escondida que sólo conocen los locales”. Y en mi vocabulario, un “anaba” sería algo que sólo compartiría con un número mínimo de personas, para poder guardarlo para mí como Gollum. La casita es un lugar tan único, que es difícil hacerle justicia con descripciones o fotos. Y la magia que tiene no se puede entender sin vivirla. No solo es la decoración, las vistas, el silencio, o el entorno. Es el amor y la personalidad de Emma y César lo que lo convierten en un verdadero Anaba. Un lugar donde te sientes libre, acogido y en casa. Y que quieres que se quede para ti para poder ir siempre. Los ratos matutinos y vespertinos de cerámica poniendo el mundo en orden con César, el privilegio mayor en mucho tiempo. No voy a caer en descripciones que conviertan este lugar en un alojamiento más. Es un Anaba, que solo puedes entender cuando lo vives. Y si lo vives y no lo entiendes, un abrazo para ti.

La casa está muy bien cuidada, limpia, ordenada y decorada. Cada habitación con su baño y un aseo para las zonas comunes es súper cómodo. La cocina tiene todo el menaje que se pueda imaginar. La zona exterior está muy bien cuidada también y además disponen de una barbacoa portátil. Y en cuanto a Aurora, es súper amable y pendiente de todo en todo momento . Además nos hizo muy fácil tanto la entrada como la salida. Volveremos.

La estancia den casa de Carmen ha sido maravillosa. Intentaremos repetir en verano. Ella súper atenta, y la casa… como en casa!